Cuando yo empecé en esto, hace ya algunas temporadas, mi primer título fue de “Arquitecto de la información”. Eso era lo que estaba de moda y era cool. Era la época del “libro del oso polar”, que es como todos conocíamos el libro Information Architecture for the World Wide Web, de Louis Rosenfeld y Peter Morville. ¿Quién no tiene una copia de ese libro en casa?
Ha llovido algo desde entonces y nuestra profesión ha evolucionado mucho: nuevas herramientas, nuevos procesos, nuevos patrones de interacción (algunos nefastos), nuevos tamaños de pantalla… pero, fundamentalmente, hemos estado haciendo lo mismo durante más de 25 años. Hemos sido “arquitectos de la información”, pero también “diseñadores de interacción”, “UX designers”, “diseñadores de producto digital”, y un largo etcétera. Han cambiado los títulos, pero, en el fondo, hemos seguido haciendo cosas parecidas: estructurar, clarificar, ayudar a que la gente entienda o logre algo a través de una pantalla, de una interfaz. Diseñar.
El cambio es hoy
Hoy todo está cambiando a velocidad de vértigo. Algo se mueve debajo de nuestros pies y parecen ser los cimientos de un edificio que se está derrumbando. Sí, yo también estoy agobiado. Me cuesta seguir el ritmo entre tantas actualizaciones. Figma (Buzz, Draw, Make, Sites), Framer (Wireframer, Vectors, Workshop), Google (Stitch). Y solo cito varios ejemplos del último mes. Cada semana hay una novedad. Y cada novedad parece diluir parte del valor de lo que hemos venido haciendo en los últimos 25 años.
Seamos sinceros: lo que antes tardábamos días o semanas en construir, hoy una IA puede generarlo en segundos. No solo interfaces y sistemas de diseño, también textos, propuestas de arquitectura de información, mapas de navegación o planificaciones de investigación. Parece que los productos digitales están a punto de autogenerarse en base a un prompt. Es cierto, no estamos ahí todavía, pero ¿cuánto va a tardar? El cambio de paradigma es ya una realidad.
La semana pasada, entre tanto agobio, tuve la suerte de cruzarme con el artículo “Age of mediocrity: designers and the AI mirror”, de Alessandro L. Piano, que me tocó el corazón. Alessandro hace un análisis brillante de cómo hemos llegado hasta este momento donde parece que los diseñadores empezamos a ser reemplazables. Y lo hace con una reflexión muy crítica sobre nosotros mismos. Su tesis principal es que el momento actual es un reflejo de la abdicación que los diseñadores hemos hecho sobre nuestro propósito en el mundo. Yo, la verdad, estoy muy de acuerdo con él. Es una reflexión llena de citas, historia y crítica de la profesión, en la que vale la pena sumergirse. Si tienes que leer solo un artículo sobre diseño este año, hazme caso y que sea este.
El fin de la interfaz
Ya hace más de un año que Javier Cañada hizo una charla en el Instituto Tramontana que nos situaba en un escenario incluso más extremo. Javier profetizaba el fin de la interfaz.
La IA está difuminando la forma tradicional en que las personas interactúan con productos y servicios. El prompt sustituye al tap. El sistema aprende, anticipa, responde. La experiencia se vuelve líquida, más conversacional, más contextual… y menos visible. Si desaparece la interfaz, ¿qué queda del diseño de interacción?
Lo que viene
Este no es un momento para el pánico, pero sí para la reflexión. Lo que se tambalea no es el valor del diseño, sino la forma en que lo hemos entendido durante demasiado tiempo. Si la ejecución puede automatizarse, el verdadero valor está en otro lado. En realidad, siempre estuvo ahí. De tantas horas dedicadas al downstream, hemos perdido el foco en por qué nos convertimos en Diseñadores. Sobre ello reflexionan Javier y Alessandro en sus contenidos.
Quizás tengamos que volver al origen: a diseñar con preguntas en lugar de respuestas. A ocuparnos menos del cómo se ve y más del por qué debería existir. A conectar diseño con sostenibilidad, con ética y con visión. Cuando la solución, o gran parte de ella, es automatizable, la decisión del problema a solucionar es la clave. El valor está en lo estratégico. En este nuevo escenario los diseñadores no desapareceremos, pero tampoco seguiremos siendo lo mismo. Hemos vivido demasiado cómodos durante demasiado tiempo; es momento de reconectar con nuestro propósito y evolucionar.
Todas estas reflexiones llegan en el momento en el que lanzamos el máster que he empezado a codirigir con Bet Matoses, el Máster en Diseño Estratégico e Innovación de SHIFTA, la escuela online de ELISAVA. Esto no es un post promocional de esos estudios, pero no tenía sentido no mencionarlo. ¿Será una coincidencia?
Referencias
Information Architecture for the World Wide Web - Louis Rosenfeld y Peter Morville.
¿El fin de la interfaz? - Javier Cañada
Age of mediocrity: designers and the AI mirror – Alessandro L. Piana Bianco
Muy interesante 😊. Lo incluimos en el diario 📰 de Substack en español?
Lo pusiste?